So che sto per dire un’eresia, e dirla anche in lingua italiana rasenta la blasfemia, a me NON piace la pizza!!! Adoro qualsiasi cibo offra questo meraviglioso paese, da nord a sud, ma no, la pizza no, sarà che sembro quasi allergica alla mozzarella spatasciata, sarà che non sono italiana, sarà, sarà quel che sarà, ma no.
Detto questo, sono invece una fan sfegatata della focaccia, fosse per me mangerei focaccia tutti i giorni, non importa con quale farina è fatta, se è bassa o alta, e con cosa la si voglia coprire a eccezion fatta del formaggio. Posto nuovo che vado, posto che cerco la focaccia, Barese, Genovese, Romana… non ho preferenze.
Penso sia perché mi ricorda molto la mia terra e qua vi sorprendo io, a Valencia e in tutto il levante Spagnolo esiste una infinità di “cocas saladas” che somigliano moltissimo alle vostre focacce, certo noi siamo un filino esagerati, le copriamo con salamelle, pancetta, verdure, e alcune con delle sardine, ma questa è un’altra storia, ed ora impastiamo.
Ingredienti
Per la focaccia
400 gr di farina Manitoba (0)
150 gr di farina di grano duro
7 gr di lievito di birra disidratato (1 bustina)
150 di acqua tiepida
150 ml di latte tiepido
100 ml di olio di semi di girasole
2 cucchiaini di zucchero
1 cucchiaino di sale
Per la salamoia
3/4 cucchiai d’olio d’oliva
1 bicchierino d’acqua
Sale grosso
Aghi di rosmarino
Olive denocciolate q/b
1 cipolla piccola
Preparazione
Nella ciotola della planetaria (chi ne dispone una, se no potete fare benissimo a mano in una bacinella capiente) versiamo le farine insieme alla bustina di lievito di birra, uniamo lo zucchero e mescoliamo bene.
Ora versiamo a filo il latte e l’acqua tiepida insieme all’olio e al cucchiaino di sale, impastate fino ad integrare tutti gli ingredienti, continuate fino ad ottenere un impasto elastico e morbido.
Quando l’impasto è pronto riponetelo in una ciotola e copritelo con un canovaccio, deve lievitare in un posto caldo e privo di correnti fino al raddoppio per almeno 2 ore.
Nel frattempo tagliamo la cipolla in fette sottilissime (se avete una mandolina aiutatevi con quella) e conditela con due cucchiai d’olio e un po’ di sale, mettete da parte.
Una volta che l’impasto è pronto dividetelo in due pezzi (io con queste quantità ho fatto due focacce, una alle olive ed una alla cipolla voi potete fare una grande) adagiate sulle teglie previamente oliate ed estendete bene con le mani fino a coprire tutta la teglia con l’impasto, lasciate lievitare ancora per 30/45 minuti (dipenderà molto de la temperatura all’interno della vostra cucina).
Una volta passato il tempo della seconda lievitatura, spennellate la superficie con la salamoia preparata con un bicchierino d’acqua e due cucchiai d’olio e con la punta delle ditte fate dei buchini su tutta la superficie.
Ora adagiate le cipolle, o le olive, salate con un pizzico di sale grosso e del rosmarino, in forno preriscaldato a 190 gradi per 30 minuti (controllate sempre la cottura, ormai lo sapete, ogni forno e diverso), pronta!!!
Lasciate raffreddare e gustate.
P.S. potete fare una unica focaccia, se non vi piacciono le olive o le cipolle, allora sarà sufficiente un po’ di sale e rosmarino o qualche piccolo pomodoro.
E’ una focaccia morbida ma compatta, questo è dovuto alla percentuale di farina di grano duro nell’impasto.
Una volta cotta la potete benissimo congelare.
Sé que estoy por decir una herejía, y haberlo escrito en italiano roza la blasfemia, ¡¡¡pero a mi NO me gusta la pizza!!! Adoro cualquier alimento ofrezca este país maravilloso, de norte a sur, pero no, la pizza no, será que parezco casi alérgica a la mozzarella despachurrada, será que no soy italiana, será, será lo que será, pero no.
Dicho esto, en su lugar soy una fan apasionada de la focaccia (léase focachia), si fuera por mi comería focaccia todos los días, no importa el tipo de harina que se emplee, si es alta o bajita, o como la se quiera cubrir a excepción hecha por el queso, lugar que voy, lugar que busco la focaccia, Barese, Genovesa, Romana… no tengo preferencias.
Pienso sea porque me recuerda muchísimo mi tierra y ahora os sorprendo yo, a Valencia y en todo el levante español existen una infinidad de “cocas saladas” que se parecen muchísimo a la focaccia, también es cierto que nosotros somos un “pelín” exagerados, las cubrimos con embutido, panceta, verduras, e incluso sardinas, pero esta es otra historia, y ahora amasamos.
Ingredientes
Para la focaccia
400 gr de harina Manitoba (harina de fuerza)
150 gr de harina de grano duro
7 gr de levadura de cerveza deshidratada (1 sobrecito)
150 ml de agua templada
150 ml de leche templada
100 ml de aceite de girasol
2 cucharaditas de azúcar
1 cucharadita de sal
Para la salmuera
3/4 cucharadas de aceite de oliva
1 vasito de agua
Sal gorda
Hojitas de romero
Aceitunas deshuesadas
1 cebolla pequeña
Preparación
En el recipiente de la planetaria (quien posea una, si no podéis perfectamente amasar a mano en un recipiente amplio) vertemos las harinas junto al sobrecito de levadura de cerveza y el azúcar, mezclar bien.
Ahora añadimos a hilo la leche y el agua templadas junto con el aceite y la cucharadita de sal, amasamos hasta integrar todos los ingredientes, continuad hasta obtener una masa elástica y blandita.
Una vez tengáis la masa lista, dejadla levar en un bol en un sitio caliente y sin corrientes cubierta con un paño hasta que la masa doble su volumen, por al menos 2 horas.
Mientras tanto cortamos la cebolla muy fina (si tenéis una mandolina usadla) condimentar con dos cucharadas de aceite de oliva y un pellizco de sal, reservad.
Trascurrido el tiempo de levado, dividid la masa en dos partes (yo con estas cantidades he hecho dos focacce, una de aceitunas y otra de cebolla vosotros podéis hacer una grande) apoyad la masa en vuestros moldes previamente aceitados y extender con las manos hasta cubrir con la masa toda la superficie de la lata, dejad levar por unos 30/45 minutos más (dependerá mucho de la temperatura al interno de vuestra cocina)
Pasado el tiempo del segundo levado pincelar toda la superficie con la salmuera preparada con un vasito de agua y dos cucharadas de aceite y con la punta de los dedos presionar creando hoyuelos en la masa.
Ahora apoyad por encima la cebolla, o las aceitunas, salad con un pellizco de sal gorda y unas hojitas de romero, horno precalentado a 190 grados por unos 30 minutos (controlad siempre el horno, ya sabéis que cada horno es diferente) ¡¡¡lista!!!
Dejad enfriar y gustad.
P.S. podéis preparar una sola focaccia, si no os gustan las aceitunas o la cebolla será suficiente un poquito de sal gorda y romero o unos tomatitos.
Es una focaccia blandita pero compacta, esto es debido al porcentaje de harina de grano duro en la masa.
Una vez cocida la podéis perfectamente congelar
Habréis comido como reyes, tú focaccia divina y la presentación, más divina si cabe. Un beso canalina
Muchas gracias cielo!!! La de cebolla era literalmente de “açi al çel” 😉😘